La oración
hacia la Virgen María
salía de su boca una y otra vez, aumentando en velocidad y desesperación a
medida que los brazos se cansaban. El fuego intenso de los calambres parecían
carcomerle los huesos, los músculos tensionados temblaban de dolor.
La falsa
seguridad que le daban los años en la construcción de grandes edificaciones le
había provocado dar ese paso en falso en la cornisa del edificio a medio
terminar, y ahora se debatía entre la vida y la muerte. Pendiendo desde lo
alto, rezando a los cuatro vientos, a la Virgen del Sagrado Corazón de Jesús para que sus
compañeros desesperados llegasen a él a tiempo de rescatarlo.
Pero sus
fuerzas cedieron, cayó al vacío pensando en su vida, sus hijos, su esposa y las
cosas que se perdería de ellos.
Y cerró los
ojos.
El golpe fue
tremendo, una supernova pareció desatarse dentro de su cabeza.
–Todavía no
entendemos como pudo sobrevivir a semejante caída –le dijo el médico a su
esposa, –desde esa altura no conozco a nadie que haya sobrevivido, a excepción
de su esposo, claro está.
El médico se
alejó murmurando mientras buscaba una explicación, porque no creía en los
milagros.
–Tu turno –dijo
Belcebú apuntando a la muerte con su tridente.
–Este juego se
alargó demasiado –se quejó la muerte visiblemente enfadada. –Espero que no haya
pasado nada –pronunció como un pedido al tiempo que golpeaba la bola con su
hoz.
Me adelanté ya que mañana 30/08 es la patrona de mi ciudad SANTA ROSA DE LIMA, feriado para nosotros y por ende no estaré frente a una PC en todo el día!!!!
ResponderEliminar:)
Salud
Walter:
ResponderEliminar¿Cuánto habrá de cierto en tu relato, hasta qué punto no seremos títeres de otros títeres mayores... o del gran titiritero?
Muy bien desarrollado, pero que el protagonista no crea que siempre los vas a salvar tú, el titiritero de este pequeño universo.
Un abrazo.
HD
Es imágen recurrente el titiritero y los hilos que nos mueven, algunos creen en el gran titiritero..., pero quizá solo seamos nosotros y nuestra mente quien mueve los hilos. De ser así, hay que saber controlarla y no que ello lo haga.
EliminarGracias Humberto por pasar
Golf o Hockey, obvio que gana la Muerte. Una hoz contra tridente.Tal vez a la hora de pescar o calentar malvaviscos,una brochette...
ResponderEliminarMe sorprende que los médicos no crean en milagros, pq en gran parte de Africa, L.A., Asia los hacen casi a diario. Será porque no hay abogados?
Totalmente de acuerdo, sobretodo en golf.
EliminarLos médicos creen en ellos, pero creo que muchos si creen en milagros; un médico en Africa acompañado por un abogado es un poco raro... ¿pariente quizá?
Gracias A.Torrante
buenísimo WALTER!!!! sutil.. y breve.
ResponderEliminarME ENCANTÓOO!!!
salutes!!!!!111
¡Excelente!
ResponderEliminarQué final, Walter...
Como lector, sufrí en la cornisa junto al protagonista, me relajé con él a salvo en el hospital, y me sorprendí (para bien, claro) con la conclusión del micro.
¡Felicitaciones!