24 sept 2011

HUMILDAD CERO

Puerta

Cerrá. Cerrá bien la puerta.

Cerrá para no ver. Para no escuchar.

Cerrá para oír sólo tus palabras y necesidades.

Tus frustraciones y tus dolencias.

Cerrá para separar, para no admitir ni perdonar.

Una puerta, rota o sana, tiene el poder de enfermar el alma.

Créase o no.

Posee la leyenda “Úsese para intoxicar los pliegues y borronear los dobleces.

Anular las curvas y las suavidades. Do not bleach.”

Te sirve? Adelante.

No escatimes emoción.

Marcá tu territorio. (Sin duda, quedarás afuera…)

Cerrá cerrojos invisibles creados por tu ego,

para justificar tus limitaciones.

Cerrá para no dar.

(qué dura es la labor del testigo…)

Cla9

24.9.11

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